Crecer en el centro de atención ha ensañado a Emma Watson la importancia de separar su persona pública de su vida privada. Fue elegida como Hermione para la exitosa franquicia Harry Potter cuando tenía 9 años de edad, no sabíamos que Watson o sus jóvenes colegas puedan prepararse para ser empujados a ser centro de atención. "Dan, Rupert y yo éramos niños cuando filmábamos esta serie de cuento de hadas y lo que nos pasó es una especie de fantasía para mí" dijo Watson a Jessica Chastian para la nueva entrevista de Interview. "Así que la historia de mi vida ha sido de interés público, por lo que he sido tan apasionada por tener una vida privada" explicó. "Cuando entro a un personaje, la gente tiene que ser capaz de suspender su incredulidad, tiene que poder divorciarme de esa chica. Y no tener a todo el mundo sabiendo cada detalle íntimo de mi vida entera es parte de mí proteger mi privacidad para haber bien mi trabajo". Proteger esa identidad puede ser desalentador, pero sin ella, Watson sabe que su carrera sufriría. "Sé que estoy bajo un microscopio diferente, un cierto nivel de escrutinio que a veces resulta muy difícil". "Y a veces el temor de hacer las cosas es abrumador. Me siento increíblemente abrumada, y a veces me siento confundida por eso, temeroso por eso" agregó. "Pero sé que si vivo en ese miedo, entonces mi vida como artista, como ser humano en realidad, ha terminado. En última instancia, silenciará lo que hay en mí, cosas que tengo que explorar y descubrir". Ese miedo no siempre esta ahí, cuando salió del elenco de Harry Potter, Watson dijo que ella recordó "tener ese miedo". Ahora, como ella hace frente a más desafíos en el futuro, se cerciora de empujar a través de las reservaciones. "Como en 'La Bella y La Bestia' canté por primera vez" explicó y agregó. "Y los periodistas me preguntaron ¿Crees que vas a ser capaz de lograrlo?". Watson dijo que "tengo una increíble conciencia de que tengo que seguir adelante". Del mismo modo, antes de dar su discurso frente a las Naciones Unidas en 2014, Watson dijo que tenía miedo de escuchar sus nervios. "La noche antes de dar mi discurso en las Naciones Unidas, yo era un naufragio emocional. Pensé que iba a hiperventilar" dijo a la revista con una sonrisa. Mientras que los nervios son incómodos, Emma dijo que sirven para un propósito. "A nadie le gusta sentirse vulnerable e incómodo y débil" explicó. "Pero realmente he encontrado que en esos momentos cuando voy allí hay una especie de magia".
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