Sencillamente estupenda. Así se ha presentado la actriz Emma Watson hace tan sólo unas horas en Madrid. El motivo, la presentación de su nueva película, Regresión. Su acompañante, el director de la cinta, nada más y nada menos que el oscarizado Alejandro Amenábar. Y el cómo, pues como es ella siempre, deliciosamente bella.Y es que todo estaba preparado en la capital para la llegada de la que fuera la niña resultona de Harry Potter. Alfombra roja, miles de flashes esperando para ser disparados y hasta un nervioso Amenábar que, después de haber pasado por el altar hace unas semanas, traía a casa el que es su último y ambicioso proyecto cinematográfico. Unos nervios que duraron hasta que llegó ella. Trayendo con ella ese aire fresco que sólo tienen algunas de las nuevas estrellas de Hollywood. Emma Watson, divina, con un original vestido con cuerpo de punto negro y escote en V. Falda de vuelo de gasa transparente, adornado con un coqueto estampado de flores Liberty y falda de largo midi; ligeramente abullonada en la cadera y con una simpática lazada en negro a la altura de la cintura para acentuar más su esbelta silueta. Un outfit de estreno de sobresaliente que, además, recordaba a los antiguos tutús de las bailarinas clásicas de antaño. Con zapatos Mary-Jane negros, con tacón fino y acabados en punta. Sencillamente, espectacular. Un estilismo que ella defendía con autoridad, con miradas de esas que hacen suspirar a los caballeros y con un delicado maquillaje, natural y con labios color mandarina. Vamos, todo un acierto de una ya no joven promesa del cine que, además de acertar con sus últimos papeles en el cine, también lo hace con sus decisiones de moda.
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